La mayoría
de los bebes están preparados para probar alimentos sólidos (puré) a partir de los 6 meses. Para que los papas y mamas
(utilizaré el género masculino para referirme a ambos sexos) tomen esta
decisión es importante que observen si su pequeño está preparado:
- Tiene buen control de su cabeza
- El reflejo de sacar la lengua ha desaparecido. Este reflejo evita que durante los primeros meses de vida él bebe pueda asfixiarse con objetos pequeños. Si observamos que al introducir comida en su boca, esta es rechazada de manera sistemática, es posible que este reflejo aún este presente.
- Tratan de alcanzar y se interesan por la comida que hay en la mesa.
- Pueden mover la lengua para adelante y para atrás y para arriba y abajo.
- Pueden mover los labios para poder tomar la comida
Hay que
tener en cuenta que este proceso es lento, la cantidad al principio no es significativa,
ya que, solo comen para experimentar distintos sabores y texturas, no para
nutrirse. Es buena idea, que se alterne la toma de leche y las pequeñas
cantidades de sólido y así asegurarnos que se está llevando a cabo una buena
alimentación.
Al
principio, si vemos que nuestro peque se muestra un poco reacio, podemos probar
a cogerlo en brazos mientras se le da de comer para que sienta más seguridad.
Es
aconsejable que en un inicio se trate de comidas suaves y finas y que conforme
se vaya acostumbrando se le vayan introduciendo nuevos sabores y texturas. Hay
que intentar tener variedad para despertar el interés del niño/a hacia la
comida. Los peques que comen comidas variadas durante los dos primeros años
tienen más posibilidades de ser buenos comedores cuando sean mayores. Por ello,
es recomendable tener una alimentación variada en colores y formas para no
presentar monotonía y ser agradable a los niños.
Entre los 8-9 meses él bebe ya empezará a poder
alimentarse por sí solo. Este momento te lo demostrará cuando empiece a coger
la cuchara en la que le estas dando de comer o agarrando comida. Al principio tomará la comida con toda la
mano, pero poco a poco aprenderá a usar el pulgar e índice para tomar la
comida.
En este
momento es buena idea poner pedacitos de comida sobre la mesa o sobre un plato
irrompible para que él bebe se lo vaya comiendo solo. Al principio, es
aconsejable, alimentos que sean fácil de masticar y se disuelvan fácilmente,
además de estar troceados en pedazos diminutos, para así evitar el riesgo de
ahogo. Es importante elegir comida adecuada a su edad. Le puedes preguntar el
pediatra ya que el mejor que nadie te podrá orientar sobre una dieta
equilibrada para tu pequeño.
Alrededor
de los 9-10 meses, según la
adaptación del niño a la comida sólida, y a la aparición de los dientes, se
pueden ir introduciendo la comida entera, empezando por un poco de pan o una
galleta. Hay que tener en cuenta que en el momento en el que empieza a comer
entero es cuando empieza a distinguir sabores, colores y texturas. Es probable que
en el momento en el que introduces un alimento nuevo, este sea rechazado por el
niño, pero si lo ofreces durante 3 o 4 días, normalmente terminan aceptándolo.
Es
recomendable evitar introducir dos alimentos nuevos a la vez, aunque esto
dependerá del niño y de la curiosidad de este hacia la comida. En definitiva,
él irá marcando el ritmo y este debe ser respetado por los papas y mamas.
Espero que os haya servido de gran ayuda!!!
Un Abrazo.
C.E.I.E. Tutua
Hola!! hemos visto vuestro comentario en nuestro blog y os hemos respondido. Os dejo el enlace de la nueva temporada de talleres creativos:
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Un saludo!! y encantada de conocer vuestro blog!!
Hola Natalia! Nos alegra saber que has visitado nuestro blogs..esperamos que te haya gustado. Estamos encantada de poderte ayudar..para cualquier duda ponte en contacto con nosotras o bien por el blogs o por email tutua@guarderiatutua.es como te sea más cómodo
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