En primer lugar creo que es importante que podáis entender que es lo que siente vuestro hijo/a (utilizaré el genero masculino para referirme a ambos sexos) cuando no puede controlarse a si mismo y manifiesta su enfado mediante una rabieta.
Alrededor de los dos años (puede variar según el niño) tu hijo ya ha adquirido una cierta autonomía y llega el momento de independizarse de su figura de "apego". Pero ¿Cómo puede hacer nuestro peque para mostrar esa independencia? Pues dada su corta edad, utiliza la estrategia de "negar al otro" Por ello, empieza a aparecer el "NO" como contestación a todo. Esto hace que se de cuenta que pueden actuar de forma diferente a sus papas.
Lo intento explicar mejor: " ¿Cómo puedo saber que soy una persona diferente y puedo hacer cosas diferentes? ¡Pues llevándoles la contraria!.
El único problema que surge ante esto es que normalmente les conlleva conflictos emocionales con sus papas o figuras de referencia que intentan que aprenda y acepte unas normas que son impuestas por ellos y que él no llega a entender. Estas situaciones les provoca sentimientos negativos que no saben interpretar. Eso nada mas y nada menos son las "rabietas": una lucha interior entre lo que debo hacer por naturaleza y una incomprensión de mis papas hacia tales actos que me provocan frustración, tristeza, incomprensión,...
Hay que tener en cuenta que su lenguaje no esta plenamente desarrollado, por lo que ellos utilizan el llanto y los gritos para manifestar dichos sentimientos. La intención es conseguir sus deseos por encima de las reglas y normas establecidas por los adultos. Si cuando llora, consigue lo que quiere, entonces convertirá cada situación en una rabieta, y tendrá la duración e intensidad necesaria para conseguir sus objetivos. Esto no supone no atender al niño, pero si estar pendientes y evitar que todo se consiga mediante llantos y gritos.
Causas que puede estimular su aparición
Cuando en una familia se dan casos de rabietas entre adultos, como insultos, portazos, gritos, etc.. puede ser normal que los niños atiendan a copiar, por lo que hay que tener mucho cuidado con lo que se hace y dice delante del niño.
En muchas ocasiones, lo que ocurre es que se le exige al niño conductas, en público, que no se exigen en privado, lo que provoca resistencia por parte de ellos a la hora de entender lo que le están pidiendo sus padres.
¿Qué debo hacer cuando aparece una rabieta?
· Principalmente hay que mantener la calma. Hay que ser un buen ejemplo para el niño, evitando los gritos e insultos (rabietas de adultos).
· Enseñar al niño a mostrar su descontento verbalmente. A veces, los niños tienen rabietas cuando sienten frustración consigo mismos porque no consiguen algo. Elogia al peque por no darse por vencido, incluso puedes hacer que se concentre en otra cosa que sepas que le gusta y que pueda hacer bien , para prevenir su aparición.
· Ignora las rabietas motivadas por el deseo de llamar la atención o exigir algo. Una vez que esta ha empezado rara vez puede ser interrumpida. Aléjate, incluso yendo a otra habitación para que nadie lo escuche. No trates de razonar con él. Simplemente le puedes decir: " Veo que estas enfadado. Te dejare solo hasta que te calmes. Cuando quieras hablar me avisas". Deja que él solo recupere el control. Una vez que la rabieta haya pasado, asume una actitud amistosa y trata de normalizar las cosas.
· Evita ser muy restrictivo. Si tu hijo se niega a hacer algo sin importancia, déjalo pasar antes de que este hecho de lugar a una rabieta. Sin embargo, si su hijo debe hacer algo importante, no debes ceder y permitir que con la rabieta evite hacerlo. Para ello, en consenso entre el papa y la mama se debe priorizar que cosas son realmente importantes y qué cosas no.
· Si durante la rabieta aparece una conducta destructiva, utiliza el " tiempo fuera". Para ello, mándalo al cuarto o a otro lugar que le haga "romper" totalmente con la actividad que esta llevando a cabo.
· Si ves que aparecen conductas que le pueden provocar daño, y que tu hijo ha perdido el control, sujétalo, "bloquea" sus movimientos y muéstrese tranquilo, diciéndole que sabes que esta enfadado y que debe tranquilizarse, para que así poco a poco le vayas transmitiendo la calma y el vaya aprendiendo a dominar la situación.
Esperamos que esto os ayude un poquitín más a afrontar estos episodios y sobre todo a entender que pasa por la "cabecita" de vuestros peques en momentos como este. Siendo constantes y trabajando en equipo (padres y educadores), se conseguirá que las rabietas se den como algo puntual y desaparezcan con facilidad. No olvidéis que la firmeza es muy importante para no convertirlas en un problema de conducta.
Un abrazo
CEIE Tutua
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