En nuestro patio los peques se lo pasan a lo grande: corren, saltan, juegan,
comparten,... infinidad de cosas que nos permiten aprovechar esta zona como un
excelente espacio de aprendizaje. Con el tenemos la oportunidad de disponer de
un espacio natural en el que intervenir para mejorar las relaciones sociales y vivenciar las normas de convivencia.
En Tutua el ratito del patio nos lo tomamos muy en serio, no solo se
trata de que los niños y niñas salgan al patio a “desfogar” y a divertirse, es
un ratito que nos permite saber mucho sobre nuestro alumnado, sobre su forma de
actuar y de convivir con sus iguales. Dentro del aula todo está más controlado
y ellos entienden rápidamente las normas que su “seño” les han explicado, pero
este espacio nos permite ver si estas normas la generalizan y la saben llevar a
su vida diaria sin mediación de un adulto.
Durante los primeros días es el lugar en el que empiezan a desaparecer los llantos y aparecer las primeras sonrisas. El colorido del mismo y los muchos juguetes que en él tenemos ayuda a que olviden rápidamente las “penas” y pasen a la “acción”, jugando, explorando y sobre todo aprendiendo.